Pese al fanatismo que pueda despertar una obra tan importante en el séptimo arte como es Taxi Driver. Pese a lo icónico de De Niro frente al espejo, esa joven prostituta de Jodie Foster o el proxeneta encarnado por Harvey Keitel, -sobra destacar al que a todos los movía, Scorsese-. Merece la pena otorgar un respetable puesto en este elenco a Bernard Herrmann, el encargado de poner melodía a los paseos de Travis Bickle por las lúgubres calles de Nueva York.
Un compositor tratado de forma muy especial por parte de la firma Waxwork Records, quienes empezando por lanzar en vinilo bandas sonoras de horror movies de culto, se han propuesto dar un pasito más en su cruzada con un perfecto homenaje a Taxi Driver.
Es la primera vez que se realiza una edición especial en vinilo de una banda sonora del compositor neoyorquino. Y el caso es que el tiempo ha permitido que su primera salido al mercado sea de una calidad notable. Con motivo del 40 aniversario del largometraje de Scorsese -y en definitiva de la muerta del propio Herrmann, quien falleciera en un hotel de Los Ángeles después de haber grabado los últimos cortes para Taxi Driver-, se nos presenta una edición especialmente cuidada, una remasterización registrada en dos vinilos tricolor de 180 gramos -amarillo, negro y blanco, como esos taxis que recorren “la ciudad que nunca duerme”- y que contiene portada e ilustraciones del dibujante Richard Kelly. Todo esto avalado por Scorsese, quien se toma el privilegio de escribir unas líneas hablando sobre el trabajo de Herrmann dentro de un libreto de cuatro páginas incluido en el empaque final.
Un trabajo espléndido por parte de Waxwork Records que para ampliar su oferta ya tiene entre manos la edición especial en vinilo de la banda sonora de Babadook, película de terror australiana estrenada en 2014 y que se convirtió en cine de culto al instante.
Y eso es, en definitiva, lo que podemos esperar al arañar esta edición especial de Taxi Driver. Una música que atrapa la esencia de esas ominosas estampas de Nueva York, como un álbum de fotos donde volvemos a sentir la soledad y la invisible presencia de Travis, recorriendo en su coche el asfalto mojado de la ciudad. Melodías creadas por Herrmann para cualquier noche, de cualquier calle, de cualquier ciudad.