Estamos ante uno de los artistas más eclécticos y ambiciosos en lo que concierne a la música independiente actual. Ecléctico porque siempre ha tenido la determinación de esos artistas que en el deseo de ser más grande, buscan todos los medios y vehículos de expresión para llevar a puerto tal objetivo. El caso de Sufjan Stevens es el de un músico que ha pasado desde la escritura de partitura de ballet a la reinterpretación de canciones navideñas con su Silver & Gold.
Ambicioso porque Stevens, pese a que su propuesta pueda gustar más o menos, siempre ha estado activo, creando diferentes trabajos con asiduidad e intentando realizar una tímida experimentación que hacen que su discografía se enriquezca gradualmente a medida que pasan los años.
Por otra parte, y ampliando esto de las elevadas aspiraciones, intentó adentrarse en un grandilocuente ejercicio conceptual tal como crear un disco por cada uno de los estados de la USA (que para quien no lo sepa, son 50). Un proyecto que, viendo la trascendencia de sus letras en este nuevo trabajo, quizás haya sido una buena idea abandonar –pero del que, por suerte, pudimos disfrutar de Illinois (2005) y Greetings From Michigan: The Great Lake State (2003)-.
Un disco autobiográfico
Carrie & Lowell, su último disco, es un trabajo que se construye bajo el peso de la remembranza, una bella expiación del pasado que habitualmente revivimos en silencio. Guiños autobiográficos acompañado por la calmada y susurrante voz de Stevens, y unas guitarras limpias, decorando la melodía con secuenciadores en algunos tramos. Estilo comedido más parejo a sus primeros trabajos –en concreto a ciertas canciones de Seven Swans, como Be Alone with You o Abraham-, donde todo avanza creando un sonido que oscila entre lo puro y artesano. Y que por su idiosincrasia apetece escucharlo a través de los arañazos de un tocadisco, sin perder ni un ápice de su esencia.
Edición limitada para la ocasión
La discográfica de Michigan, Asthmatic Kitty, teniendo a Stevens como buque insignia y sabiendo de la calidad de este último trabajo, ha lanzado en su primera edición 10.000 copias limitadas de un precioso vinilo transparente, un LP que a diferencia de su edición en CD, relega su fantástico y sencillo tema Eugene a la cara B, pero mantiene la armonía y la guía de este extraño relato.
Abriendo con la frase, Spirit of the silence I can hear you, este diario avanza a cada pista para cerrar con un eco de voces que se pierde progresivamente, ahuyentando esos fantasmas del inicio, y completando un concepto a priori simple pero de extrema belleza.
Sufjan Stevens consigue uno de sus mejores trabajos dentro de una trayectoria bastante extensa para un artista que ahora roza los cuarenta. Un disco que será sin duda de los mejores de este 2015. Y que parece ser un notable interludio de un músico del que sólo esperamos más a medida que pasen los años.
Bonus Track
Como prueba de la importancia que Stevens concede al vinilo, el artista de Detroit anunció el pasado 7 de abril que los asistentes a su gira de conciertos podrán adquirir un EP del que se producirán 500 unidades (aproximadamente 25 por espectáculo).
Y si piensas que este objeto de coleccionismo está lejos de tu alcance, anima esa cara, pues Sufjan Stevens realizará concierto en Madrid el 30 de septiembre, como última parada en su gira en Europa.
Regala ser parte del club! Eso quiere decir que le llegará un vinilo todos los principios de cada mes ❤️
