La opinión de la mayoría de expertos en la materia a los que hemos consultado, es clara y tajante: los discos de vinilo negro suenan mejor que los de color. De hecho hasta las mismas empresas encargas del prensaje de los discos lo especifican antes de hacer un pedido. Lo más corriente es que aseguren mayor fidelidad con el vinilo negro y el transparente, y que ordenen de manera descendiente la calidad de los discos dependiendo de su color o diseño. Los que suelen tener peor fama en ese sentido son los metalizados, los blancos y los picture disc, que pueden llegar a tener la mitad de calidad que un vinilo negro puro.
Porque para muchos los discos de vinilo negro conservan mayor pureza en su composición. Como por ejemplo para Ben Blackwell, jefe de producción de vinilo de Third Man Records. Según él la calidad óptima de pureza de un disco está en un punto entre el 90 y 95 por ciento de vinilo virgen. Aunque curiosamente el disco de vinilo de mayor pureza química sea el transparente, que puede llegar a tener una composición del 100 por 100 de Policloruro de vinilo, el compuesto químico del que están hechos primordialmente los discos. Este material no tiene color y es transparente como cualquier otro plástico. Lo que pasa es que la industria ha estandarizado una serie de compuestos variables, como por ejemplo: polímeros como la goma laca, y el carbón, que mezclados al vinilo puro le otorgan mayor durabilidad y su famoso color negro. Además, según los fabricantes, le dan propiedades para mejorar su reproducción , y en cierto modo está comprobado. Porque en experiencia de los propios usuarios pocas veces el vinilo transparente presenta registros de frecuencia superiores a los vinilos negros.
Depende de con que lupa examines la diferencia, y sobre todo que discos elijas para hacer la comparación. Porque para nosotros es estúpido considerar inferiores a los vinilos de color por no ser tan puros químicamente cuando hay otros muchos factores que reducen la calidad del vinilo. Además que un vinilo sea negro no quiere decir que tenga pureza química.
Por poner un ejemplo, muchos vinilos negros de finales de los setenta son de una calidad inferior a los fabricados hoy en día, por ser mucho menos puros. La causa: La crisis petrolífera de 1979 que obligó a muchas de las fábricas a utilizar plástico reciclado para la fabricación de los discos de vinilo.
La subida del precio del petroleo hizo que los discos fueran más caros de fabricar y ésta fue la solución que le dio la industria al problema. Es de sobra conocido entre los coleccionistas de los setenta y ochenta que la calidad de los discos llegado a un punto empezó a descender, aunque curiosamente fue una de las épocas donde más discos se vendieron.
Aún así, las empresas discográficas empezaron a investigar otros formatos de reproducción musical y se popularizó más el uso del casette, para rentabilizar más si cabe la venta de discos. Sobre esta época se empezaron a ver más los discos de vinilo de color, aunque tenían mala fama entre los usuarios, porque la mayoría tenía una calidad de sonido lamentable, aunque actualmente están muy valorados por los coleccionistas.
Si comparas un disco actual de color de un buen sello, con un vinilo de los ochenta hecho con plástico reciclado, o con un Bootleg de mal prensaje que además no contase con el master original, seguramente ganará en calidad, y de lejos, el vinilo de color.
Aun así, sigue habiendo múltiples factores más que hacen variar la calidad del producto. Que sea actual no quiere decir que sea bueno. Por dar otro ejemplo, este mismo año desde esta página nos hicimos eco del problema de la superproducción del vinilo. Actualmente hay mucha demanda de discos y pocas fábricas para cubrirla. En muchos casos se descuida el acabado, algo que era impecable en los ochenta. El modo de fabricar los discos de esa época puede hacer subir mucho la calidad. Se dará el caso de discos antiguos tan delgados y flexibles que se puedan doblar con la mano y que suenen mejor que nuevos de 180 gramos ¿Por qué no? Un mal lacado, o hacer tiradas demasiado extensas sin cambiar los moldes de planchas puede llegar a dar peor calidad que utilizar materiales inferiores.
Actualmente se vive una época de oro del vinilo de color. Sellos como Third Man Records han revolucionado la industria discográfica sacando primeras ediciones en color de sus discos. Y no solo eso, también investigando y creando increíbles modelos de vinilo con materiales exóticos. Todo es posible: vinilos que brillan en la oscuridad, discos desmontables o de dos colores diferentes. Este modelo de negocio ha conectado con un público mucho más preocupado por el fetiche coleccionista que por la calidad del sonido. Aunque a decir verdad, la calidad de los prensajes no se puede llegar a considerar mala. Las máquinas utilizadas son todos modelos de los años 60 de Estados Unidos, época y país donde se reconocía mayor calidad en prensaje de discos. Además suelen hacer discos que no bajan de los 180 gramos.
Es preocupante en cambio otros experimentos de los que desconfiamos en calidad, como los del grupo Flaming Lips, que han llegado incluso a crear discos con sangre, y cuyo proceso de creación de discos no nos da demasiada confianza después de ver uno de sus vídeos promocionales. Más que una fabrica seria parece el laboratorio de un instituto.
Como sabemos que este tema es de especial interés para nuestros lectores, pronto completaremos un poco esta información, hablando sobre los sellos más destacados que crean ediciones únicas en color, y un Top de discos más extraños que hemos visto en color.