Por mucho que nos cueste admitirlo, un disco de vinilo no es más que un trozo de plástico. Da igual lo preciado que sea o la buena música que contenga; si le das calor y le aplicas presión, se deforma.
Seguro que te habrá pasado con algún que otro disco: después de un tiempo sin usarlo, su superficie se ondula como una marea negra. Al reproducirlo en tu tocadiscos, la aguja es incapaz de leer sus surcos y no para de saltar. Efectivamente, tienes un disco doblado, pero no desesperes: no es el fin del mundo. Muchos aseguran que se puede arreglar. Aquí haremos una recopilación de diferentes formas con las que se puede solucionar este problema, ordenadas de menor a mayor gasto económico.
Por mucho que nos cueste admitirlo, un disco de vinilo no es más que un trozo de plástico. Da lo mismo lo preciado que sea, o la buena música que tenga, si le das calor y le aplicas presión se deforma.
Evita las principales causas por las que los discos pueden doblarse:
Te damos más consejos sobre cómo conservar correctamente tus discos de vinilo en este artículo.
Esta forma conlleva poco riesgo para tus discos. Consiste en aplicar peso de manera homogénea sobre el disco durante un período prolongado, generalmente varios meses. La manera más sencilla de hacerlo es utilizar muebles de tu casa con una base plana para ejercer este peso. También puedes emplear una pila grande de libros colocada encima del disco, que debe estar entre dos láminas de vidrio.
Recomendamos proteger el disco con una capa de tela no sintética para evitar daños adicionales.
Si no tenéis tiempo ni paciencia, o vuestro disco parece demasiado doblado, os recomendamos recurrir a medidas más drásticas. La técnica más común, utilizada por la mayoría de la gente, requiere tres elementos fundamentales: dos láminas de vidrio y un horno.
Debéis aplicar un simple golpe de calor, lo justo para que el vidrio se caliente sin derretir el disco. Es un proceso delicado, ya que existe el riesgo de que el disco se deforme y la información de los surcos se pierda.
Muchos opinan que, en ningún caso, se debe aplicar calor a un disco. Aunque aparentemente se eliminen los problemas de doblado, el disco no volverá a ser el mismo. El calor deforma los surcos, lo que reduce la fidelidad del sonido. Por tanto, debéis tener mucho cuidado.
Posiblemente, esta sea la máquina más común y comercializada. Su principal ventaja es que no es difícil de utilizar y no tiene un costo elevado, por lo que muchos coleccionistas la eligen para reparar sus discos doblados.
Actualmente, esta opción se ha puesto muy de moda, y no es de extrañar, ya que no implica ningún riesgo para los discos y su uso no podría ser más sencillo.
Se compone de un peso o anilla estabilizadora que se coloca sobre la galleta del disco, junto con una anilla desmontable que presiona el borde del disco contra el plato, alisando su superficie.
Atención a este invento, que incluimos en este grupo por tratarse de un complemento similar. Se trata de un plato estabilizador que se ajusta al contorno y sobre el disco para aplanarlo. Aunque no es posible reproducir el disco mientras se utiliza, aseguran que, tras varias sesiones de aplanado, el disco mejora considerablemente.
Si deseas adquirirlo a precio de fábrica, puedes hacer una donación al proyecto en la plataforma Kickstarter.
Creada originalmente para uso industrial por una empresa dedicada a la fabricación de cables, esta herramienta se ha convertido en una de las más cotizadas para esta función. La empresa creadora incluso proporciona registros de audio antes y después de la reparación, algo que no ofrecen competidores como Vinyl Flac.
Es una solución cara, con un precio aproximado de 1700 euros. Su funcionamiento es tan sencillo que no requiere mucha explicación: simplemente se introduce el disco en la máquina, se programa y, al final del proceso, el disco sale totalmente liso.
Sea cual sea el método que elijáis, debéis tener en cuenta que solo con la práctica se alcanza la perfección. Es probable que necesitéis un par de intentos fallidos antes de conseguir que vuestros discos queden como os gustan. Por eso, os recomendamos practicar primero con discos baratos o que no os importen demasiado. Cada remedio casero tiene sus tiempos y temperaturas específicos, por lo que es importante experimentar y aprender.
Además, recordad que estos métodos no solucionan problemas de ralladuras o ruidos de fritura en los discos. Si este es vuestro caso, os recomendamos consultar nuestro artículo: Cómo limpiar tus discos de vinilo.