-
Noticias
-

La escabrosa historia detrás del disco más valioso de Elvis

Por
Ignacio Galindo

Si creíais que las rarezas discográficas de los Beatles, Pink Floyd o Led Zeppelin eran las más valoradas del mercado, os vais a llevar una gran sorpresa. Porque el rey del fanatismo y el fetichismo discográfico sigue siendo el de siempre, con el que empezó todo: el auténtico Rey, Elvis Presley. De hecho, recientemente se ha encontrado una inigualable rareza suya que se estima como uno de los discos más caros de esta década. Parte de la historia que rodea a este disco ha sido adaptada recientemente a una película, y, para más inri, también está relacionada con una grabación en directo de un momento clave en la lucha contra la desigualdad racial.

El acetato en cuestión es un registro de 78 rpm que se emitió en una estación de radio, la WHBQ, en Memphis, Tennessee. Contiene, en su cara A, una versión de la canción Suspicion. Al parecer, al Rey le encantaba esa canción y la grabó antes que Terry Stafford, a quien se le atribuye la primera edición oficial de dicho tema. La discográfica pensó que era mucho más acorde con el estilo de este cantante, al que además querían darle un empujón en ventas. La historia puso a cada uno en su lugar, y la versión de Elvis —no esta, sino una que grabó poco después— es actualmente la más conocida de la canción.

En su cara B, el disco contiene un jingle promocional de la actuación de Ray Charles en el Auditorio Ellis en 1961. Fue la primera vez que negros y blancos presenciaron juntos un concierto en el estado de Memphis, un hito en la lucha por los derechos humanos.

Ahora viene la parte de la historia que ha inspirado recientemente una película. El disco pertenecía, hasta hace poco, a Julie Wall, una empleada del ayuntamiento de Lincolnshire, en el distrito de North Kesteven. Julie se encuentra actualmente en prisión por haber robado, a lo largo de tres décadas, más de 600.000 libras de las máquinas de aparcamiento público. Esta fanática enfermiza de Elvis reconoció haber gastado todo el dinero robado en pertenencias y objetos promocionales del cantante. Su obsesión llegó a tal punto que, cuando fue arrestada, tenía una deuda acumulada de 32.000 libras con sus acreedores.

El valioso single será puesto a subasta por el Estado inglés, y se estima que alcanzará un precio superior a 12.000 libras. Además, entre las posesiones de Julie Wall se encontraban otros objetos promocionales del Rey, valorados en 550.000 libras. Esperamos que el gobierno de su país le rebaje años de cárcel, ya que, para muchos de nosotros, nos parecería suficiente castigo que vendieran todos nuestros discos y no nos dieran nada por ellos.