Por supuesto, y actualmente esta viviendo una segunda juventud. Los discos de vinilo se están volviendo a distribuir, a prensar y a editar con regularidad, tanto en formato de 12 pulgadas (de larga duración o Long Play, LP) como en formato de 7 pulgadas (habitual de los discos sencillos o Singles).
Los datos no dejan lugar a dudas. En España, los discos de vinilo se vendieron en 2014 un 85% más que en su año anterior. Cada vez existe más demanda por parte del público, y muchos artistas están editando sus nuevos trabajos en vinilo. Definitivamente, el vinilo ha vuelto para quedarse un largo tiempo.
Parece increíble, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad cada vez más obsesionada con las nuevas tecnologías. Su retorno tiene que ver con varios factores. Por una parte, el propio interés de la industria discográfica, que motivada por la caída en ventas del CD y la poca rentabilidad de las descargas digitales por pago, buscan en el vinilo una salvación a su crisis. Y por parte de los compradores, donde influye la nostalgia de esos antiguos usuarios que echan de menos las características típicas del acetato.
La curiosidad que ha despertado en los nuevos oyentes conocer el sonido original de antiguas grabaciones también es un factor importante. Algunos de ellos buscan una nueva forma de escuchar música, intoxicados por la sobrecarga de información musical de las redes sociales y el pirateo masivo. Han descubierto que tener miles de canciones en su disco duro no les aporta gran cosa, y encuentran en el vinilo una manera más ordenada de escuchar sus discos favoritos.
Entre muchas cosas más, exclusividad. Todos pueden tener una canción descargada pero no todos pueden tener su edición en vinilo. Alguien puede volverse coleccionista de los discos de una determinada banda o estilo musical. Si nos gusta un grupo y sentimos admiración por su música es posible que nos sentamos atraídos por tener algo suyo en soporte físico. Realmente nadie sabe por qué el fetichismo en las personas se genera por elementos tan distintos. Algunos se les da por coleccionar muñecas, otros sellos. Nosotros coleccionamos discos de vinilo y nos encanta.
En el arte nada es mejor ni peor, sólo diferente. La reproducción en vinilo puede tener mayor fidelidad que la de formato digital de alta compresión, como el mp3. Pero en lo referente a formatos de alta fidelidad como el FLAC o la reproducción en CD o DVD de audio, el tema cambia. De hecho, el vinilo está más limitado en lo referente a gama de frecuencias que algunos formatos digitales. Es decir, tiene menos capacidad para reproducir sonidos muy graves y muy agudos que algunos formatos digitales, como el CD, que tiene la capacidad de contener ultrasonidos y mayor fidelidad en los graves. No lo decimos nosotros, está demostrado. Existen diferentes experimentos referentes al tema que lo explican.
Lo que también es cierto es que el vinilo puede reproducir los sonidos medios y agudos con mayor fiabilidad que un formato digital, aunque en todo tendrán mucho que ver otros factores, como el prensado del vinilo o si es de calidad la materialización, es decir, el proceso mediante el cual han sido ecualizados y pasados los sonidos al acetato.
En nuestra opinión, el problema del sonido no está tanto en el formato como en la manera de reproducirlo. Antiguamente existían otros tipos de amplificadores. Por ejemplo, los de válvulas que siguen utilizando muchos músicos, que daban un sonido mucho más cálido y con cuerpo que el de los amplificadores de transistores, que actualmente tenemos la mayoría. Los equipos de alta reproducción de sonido modernos tienen la capacidad de emular este sonido. Su problema es que la mayoría de ellos están ecualizados de fábrica para reproducir con mayor fuerza los graves y los agudos, perdiéndose los medios de la voz.
También ocurre que actualmente la principal forma de escuchar música es mediante reproductores online, como Youtube o Spotify. Una canción comprimida para ser escuchada de esta manera, difícilmente conservará el sonido original y tendrá peor calidad, si cabe, si lo reproduces por los altavoces de un ordenador portátil. Se ha ganado en comodidad, los equipos son mucho más manejables y prácticos, pero se ha perdido en otras cosas, como en fidelidad del audio.
El vinilo tiene sus defectos, no los ocultamos. Se raya, la suciedad influye muchísimo en el sonido, es a veces poco práctico y come mucho espacio en una casa. Pero su sonido característico nos encanta. Esa famosa calidez que tiene en comparación con lo frío del formato digital. Nos transporta a otra época, a otro lugar. Además, sus dimensiones son parte de su encanto. Comprarse un CD era como tener una postal. Poseer un vinilo se asemeja más a tener cuadro. Muchas de las portadas más famosas de la música son verdaderas obras de arte. Si utilizas tu colección de vinilos como un elemento para decorar tu casa le aportará distinción.
En esta página os daremos útiles consejos para mejorar vuestra colección sin dejarse todo el sueldo en ello. En el momento actual existe un gran desconocimiento sobre el mundo del vinilo, y muchos se aprovechan, queriendo estafar con precios excesivos. ¿Cómo saber el precio de un vinilo?. ¿Dónde comprarlos a mejor precio?. ¿Cuáles son las últimas tendencias?. Os daremos respuestas sobre éstas y muchas más preguntas sobre el mundo del vinilo, y puede que de esta forma, poco a poco, os hagáis con una muy buena colección, que os guste, y que os haga sentiros orgullosos.
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