A menudo, el coleccionista de discos se arrepiente de su pasado, ya que, cuando se es principiante, se tiende a ser descuidado. Con la intención de que no cometas los errores típicos de un coleccionista novel y basándonos en la experiencia de expertos en la materia, hemos elaborado una pequeña guía con pasos simples que debes seguir para mantener tus discos tan impecables como el primer día. Así, conservar tus discos de vinilo será una rutina más que un suplicio.
Guarda cada vinilo en su funda correspondiente, ya sea la original o una funda de plástico específica para discos. Lo ideal es utilizar ambas: el disco dentro de su funda original y esta, a su vez, dentro de una funda de plástico. Si aún no tienes ninguna, busca aquellas que estén libres de ácido o pegamento. Es común que las solapas adhesivas de algunas fundas de plástico se adhieran a la portada del disco, dañando su impresión; por eso, casi siempre es preferible optar por fundas sin cierre.
También es importante saber cómo colocar los discos en la funda. Aunque parece algo elemental, no todos logran hacerlo correctamente. Al meter el disco en la funda, debe hacerse de manera vertical, de arriba a abajo. Esto evitará que, al sacar el álbum de la fila de discos, se deslice fuera de su funda.
Cuando escuches un disco, guárdalo de inmediato. No lo dejes en el tocadiscos durante días; sé cuidadoso. Limpiar un vinilo es una tarea más complicada de lo que parece. Aunque un vinilo pueda parecer limpio, podría estar sucio. Si lo observas bajo un microscopio, podrías descubrir mucha suciedad en sus surcos.
Por eso, es mejor prevenir que curar. Escucha los discos, coloca la tapa de tu tocadiscos mientras los reproduces y, cuando termines, guárdalos en su funda.
Por si no lo sabías, los discos de vinilo se deforman fácilmente con el calor. De hecho, las altas temperaturas son consideradas el mayor enemigo de un vinilo. Tanto es así que algunas personas los sumergen en agua caliente para convertirlos en objetos decorativos.
Por este motivo, es muy recomendable guardar nuestra colección en zonas alejadas de fuentes de calor, como estufas, chimeneas, calentadores de mesa, entre otros.
Sin embargo, si ya tienes un disco deformado por sobrecalentamiento, en futuros artículos os daremos algunos ejemplos de cómo enderezarlos.
Además, recomendamos encarecidamente elegir un lugar para almacenar nuestros discos que esté libre de humedad, ya que esta puede favorecer el crecimiento de moho en las portadas de cartón.
Por si no lo sabías, los discos de vinilo se deforman fácilmente con el calor. De hecho, las altas temperaturas son consideradas el mayor enemigo de un vinilo. Tanto es así que algunas personas los sumergen en agua caliente para convertirlos en objetos decorativos.
Por este motivo, es muy recomendable guardar nuestra colección en zonas alejadas de fuentes de calor, como estufas, chimeneas, calentadores de mesa, entre otros.
Sin embargo, si ya tienes un disco deformado por sobrecalentamiento, en futuros artículos os daremos algunos ejemplos de cómo enderezarlos.
Además, recomendamos encarecidamente elegir un lugar para almacenar nuestros discos que esté libre de humedad, ya que esta puede favorecer el crecimiento de moho en las portadas de cartón.
Por supuesto, tened cuidado de no dejar caer los vinilos e intentad sujetarlos siempre por la parte de la galleta o por el borde. Esto evitará que la grasa natural de nuestros dedos se incruste en los vinilos, lo que podría generar problemas con el tiempo.
Existe una pequeña polémica sobre cómo introducir los discos dentro de su caja o funda original:
Elegid la manera de guardarlos que os parezca más cómoda y segura.
Sobre las leyendas urbanas, es importante aclarar que tocar un vinilo con los dedos no necesariamente lo deteriora, siempre y cuando tengáis las manos limpias. No es necesario usar guantes ni ningún accesorio especial para manipularlos.
Mantener limpios tus discos minimiza la posibilidad de que sufran daños causados por el polvo y otras partículas, que se adhieren con mucha facilidad a la superficie de cada vinilo, ya sea al reproducirlos o simplemente por tenerlos almacenados.
Para realizar una buena limpieza, te recomendamos consultar el siguiente enlace.
Este tipo de discos no deben limpiarse con alcohol. De hecho, si tienes alguno de estos discos, te recomendamos no arriesgarte: llévalo a un profesional o adquiere un producto de limpieza específico diseñado para este propósito. Esto se debe a que el material con el que están fabricados es muy poroso y, por lo tanto, extremadamente frágil.
Estos discos son, en muchos casos, muy valiosos y delicados. Nuestro consejo es que no los reproduzcas; trátalos como auténticas piezas de museo, ya que incluso la propia escucha contribuye a su deterioro.
Por ejemplo, uno de los discos más caros actualmente es la primera grabación de los Beatles en ese formato, cuando aún se llamaban The Quarrymen.
Por último, asegúrate de que tu tocadiscos esté en buenas condiciones para evitar dañar tus discos más valiosos.
Un buen mantenimiento de nuestro tocadiscos asegura una larga vida a nuestra colección de discos. A continuación, te damos unas pequeñas pautas para cuidarlo correctamente:
Para saber más acerca del tema puedes leer nuestro articulo de Cómo elegir una amplificador para tu tocadiscos.
Regala ser parte del club! Eso quiere decir que le llegará un vinilo todos los principios de cada mes ❤️
